miércoles, 11 de noviembre de 2009

Shakuhachi de carne



Érase un Shakuhachi de carne,
érase un didgeridoo humano.

érase una construcción - operación
érase un láser quirúrgico de aliento.

Éranse extracciones de un recuerdo.

El agua está turbia y el vaso lleno. Tiro el vaso,
camino hacía el agua y allí en la misma fuente, en el origen
se construye el continente.

Y en el olvido surge un nacimiento.

Ka Mi

Viento divino, aliento del espíritu en misión

Sin anestesia y en experiencia,
extirpa una ilusión que vive.
Estar despierto.

Y un sueño eterno se hace realidad.

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El Amor es mi sentido. Mi dedicación se une a la tuya, en la creación de un mundo mejor. La sabiduria de la vida nos dota de humanidad y el verdadero reto, es desarrollar este potencial. Estoy aquí, para mostrarte el reflejo de tu belleza, para caminar a tu lado y juntos cultivar la semilla que hemos plantado, mientras conversamos sobre los maravillosos pasos que damos... y el nuevo mundo de Paz, amor y alegria que estamos creando.