Y gritare sutilmente lo mas bajito que pueda
para llegar al sordo silencio de tus oidos,
que sin saberlo te ciegan.
Y cuando te sientas aislado, enajenado y perdido
en la oscuridad de la noche negra, susurrare el amor
que en tu pecho guardas, cual tesoro sin estela.
Y le pondre una señal y señalare con mis labios
su parcela, para que puedas regar la semilla
que latente el brote espera.
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17-12-09