La vida me mostro el lugar del alma,
envuelta entre el vacio y el silencio...
la nada.
Mirando en todas direcciones
sin hallarme en ninguna,
sintiendolo todo sin pertenecer a nada.
El centro...
Observando el espacio infinito entre las formas,
del murmullo.Caminante entre caminos,
puente entre mundos.
Consciente de las partes sin ser en ellas,
esparcida y repartida en todos, no soy,
infinita y eterna con ellos.
Como una luz que explosiona y desaparece en el todo,
que implosiona y se desintegra en ti.
Aquí y allí, en ambos y en ninguno.
No hay rumbo, ni dirección,
flotando en el espacio,
viva y en constante cambio.
Como las olas del cielo,
las nubes en el mar,
arriba y abajo, afuera y adentro.
Como el amor,
por siempre,
en medio.
Hachi.
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