En la voz de la calma del ser que susurra,
mil brotes de silencio tornan y giran,
comandando la guia
que hacia tu ser emigra.
En la sabiduria del tiempo,
los espacios se hacen visibles
recordando que no es el hacer,
sino el permitir que sea.
En los albores del ayer
reconectándose al hoy,
el trino de un ave, desencandena
la observacion de la ilusión, del creerte aislado.
En los ojos de amor del que mira sin apego
encuentras el valor de mirarte en el reflejo
y recordar que la belleza que admiras,
te contempla.
Al ser que conocí antes de ver, Lourdes,
de un pajaro que comienza a ver con el corazon.
13:32
9-6-2010
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